Preguntas y Respuests Pagina 2

 

 LA TROMPETA FINAL

 

 

P: ¿La trompeta final a que hace referencia el apóstol Pablo en 1 Corintios 15: 51-53 y 1 Tesalonicenses 4:13-18 es la misma que la séptima trompeta del juicio divino de Apocalipsis 11:15?

 

R: Esta es una de esas áreas donde debido a la falta de evidencia sustancial de la palabra de Dios, todo lo que podemos hacer es especular y compartir lo que el Espíritu Santo nos ha revelado hasta ahora. Los primeros dos pasajes enseñan que la Iglesia será arrebatada cuando suene la trompeta. Un pasaje lo llama La Trompeta de Dios y el otro pasaje lo llama La Trompeta Final. Las trompetas se mencionan muchas veces en la Biblia. Pero en ninguna parte dice que las tres escrituras citadas anteriormente sean lo mismo que la séptima trompeta que será tocada por el séptimo ángel durante el Período de Tribulación. Aquellos que dicen que La Trompeta Final (La Trompeta de Dios) es la misma que la séptima trompeta que será tocada por el séptimo ángel durante el Período de Tribulación, simplemente suponen que son las mismas. Probablemente sea solo su interpretación o puede que sea algo que hayan oído decir a otros. Pero no se basa en ninguna explicación sólida de la Biblia. El tiempo de La Trompeta Final tendrá lugar algún tiempo después de la gran rebelión y la revelación del hombre de pecado (2 Tesalonicenses 2:1-3). Esto será tratado en otro momento. En cuanto al momento exacto en que el Señor reunirá a Su pueblo en el contexto del Libro del Apocalipsis, todo lo que podemos hacer es especular.

 

Hay grandes diferencias entre la trompeta final (trompeta de Dios) y la séptima trompeta del juicio divino en el libro del Apocalipsis. En primer lugar, queda claro que la trompeta final (la trompeta de Dios) tiene que ver con que los creyentes sean evacuados o arrebatados del planeta Tierra debido a los cataclismos inminentes producto de la ira de Dios. Cuando suene la trompeta final de Dios, los creyentes difuntos serán resucitados, entonces los creyentes que aún están vivos en el planeta Tierra serán transformados en cuerpos incorruptibles y toda la Iglesia será arrebatada al cielo al mismo tiempo. Sin embargo, cuando el ángel toque la séptima trompeta causará ira en la tierra, rayos, truenos, un terremoto, granizo, y conducirá a las siete copas de la ira de Dios.

 

La voz de Dios no es el sonido de la trompeta tocada por el ángel (Apocalipsis 11:15).  Es la voz, la que suena como una trompeta (Apocalipsis 1:10; 4:1).  Existe una diferencia entre el sonido de una trompeta y una voz que suena como una trompeta.

 

La trompeta final (la trompeta de Dios) será un acto de misericordia y gracia de Dios para con Sus escogidos, en el que los ángeles los juntan a ellos en los cielos, Mateo 24:31.

 

Mateo 24:31 Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

 

Si bien la trompeta que toca el séptimo ángel en Apocalipsis 11:15 será un acto de ira, esta tiene que ver con el juicio divino y el derramamiento de la ira de Dios sobre los que están en la tierra.

 

Apocalipsis 11:15-19  Y el séptimo ángel tocó la trompeta; y fueron hechas grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos de este mundo han venido a ser de nuestro Señor, y de su Cristo; y reinará para siempre jamás. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus sillas, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, Diciendo: Te damos gracias, oh Señor Dios Todopoderoso, que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se han airado las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo para que los muertos sean juzgados, y para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tu nombre, pequeños y grandes, y para que destruyas los que destruyen la tierra. Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo.

 

Cuando la trompeta final (la trompeta de Dios) suene, Jesús no estará en el cielo. Jesús descenderá con voz de mando y permanecerá en las nubes sobre la tierra para encontrarse con la Iglesia (1 Tesalonicenses 4:16-17). No se menciona que Jesús descienda, ni que esté con voz de mando, ni de que permanezca en las nubes cuando el séptimo ángel toque la séptima trompeta en Apocalipsis 11:15-19.

 

Algunas personas creen que la ascensión de los dos testigos es una imagen del rapto; sin embargo, los santos van a ser juntados al sonido de la trompeta final (la trompeta de Dios). Por otra parte, los dos testigos serán levantados de entre los muertos y ascenderán al cielo antes de que el séptimo ángel toque la trompeta. Los santos serán transformados en un abrir y cerrar de ojos. Pero los dos testigos se pondrán de pie mientras todo el mundo los contempla. Aparentemente, en lugar de ser arrebatados en un abrir y cerrar de ojos, los dos testigos permanecerán en la tierra después de ser levantados de entre los muertos por un tiempo suficiente como para que las cámaras de televisión transmitan sus imágenes a todo el mundo.

 

Hay un suceso asombroso que tuvo lugar durante los días de Moisés en el desierto que puede ser una figura y sombra de lo que sucederá en el momento de la trompeta final (la trompeta de Dios). Moisés llevó al pueblo cerca del Monte Sinaí para reunirse con Dios. Entre otras cosas, los llevó con el propósito de recibir los Mandamientos de Dios y de que Su pueblo aceptase cumplirlos.  Note lo que sucedió:

 

Éxodo 19:16-19  Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de trompeta muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para ir a encontrarse con Dios; y se pusieron al pie del monte. Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego: y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera. Y el sonido de la trompeta iba aumentándose en extremo: Moisés hablaba, y Dios le respondía en voz.

 

Éxodo 20:18  Todo el pueblo percibía los truenos y los relámpagos, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba. Y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.

 

Hoy estamos viviendo en el comienzo del tercer día desde que vino el Mesías. Un día es para con el Señor como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3:8).  La mañana representa el comienzo del tercer día después de la venida del Mesías. Observe la densa nube sobre el monte (Jesús se reunirá con la Iglesia en las nubes) y la voz de la trompeta (la voz, no el sonido)  es extraordinariamente fuerte. Compare esta voz con Apocalipsis 1:10 y 4:1; por lo que todas las personas que se hallaban en el campamento temblaron. Note el parecido entre lo que ellos vieron y oyeron con lo que el apóstol Juan vio en la Isla de Patmos y dejó registrado en el libro de Apocalipsis:

 

Apocalipsis 4:5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios.

 

Apocalipsis 8:5  Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo voces, y truenos, y relámpagos, y terremotos.

 

Apocalipsis 11:19  Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto fue vista en su templo. Y hubo relámpagos, y voces, y truenos, y un terremoto, y grande granizo.

 

Apocalipsis 19:6  Y oí como la voz de una gran multitud, y como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, diciendo: ¡Aleluya, porque reina el Señor Dios Todopoderoso!

 

En Éxodo 19:16-20 dice que "Moisés preparó al pueblo para reunirse con Dios (el Señor quiere que Su pueblo esté preparado para encontrarse con Él cuando Él regrese). Moisés sacó al pueblo del campamento para reunirse con Dios (una imagen de la Iglesia saliendo para reunirse con Jesús); y ellos se pusieron de pie en la parte baja del monte. Y todo el monte Sinaí estaba humeando, porque el Señor descendió (una imagen de Jesús descendiendo del cielo para reunirse con la Iglesia en el Rapto) sobre éste con fuego: y el humo ascendía de él como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía violentamente. Y cuando la voz de la trompeta sonó de forma prolongada, y fue haciéndose cada vez más fuerte (la voz de la trompeta sonó varias veces, cada vez más fuerte). Moisés habló y Dios le respondió mediante una voz. Y el Señor descendió sobre el monte Sinaí, sobre la cima del monte: y el Señor llamó a Moisés a la cima del monte; y Moisés subió (una imagen de la Iglesia ascendiendo).

 

Note que la voz de la trompeta era extraordinariamente fuerte. Incluso sonó de forma prolongada y fue aumentando, haciéndose cada vez más fuerte.  Eso es importante, porque Dios le dijo a los judíos que fabricasen trompetas y las tocasen en sus días festivos (Números 10:2, 10).  Eso incluía las siete fiestas: La Fiesta de la Pascua, la Fiesta del Pan Sin Levadura, la Fiesta de las Primicias, la Fiesta del Pentecostés, la Fiesta de las Trompetas, la Fiesta de la Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos (Levítico 1:1-36). La Iglesia comenzó en la Fiesta del Pentecostés y la mayoría cree que la Iglesia será arrebatada en la Fiesta de las Trompetas. De cualquier modo, los judíos tocaban trompetas en sus días de fiesta (Números 10:10) y, en la Fiesta de las Trompetas,  la trompeta se toca cien veces. El centésimo toque, o el último toque de la trompeta en la Fiesta de las Trompetas, es el más prolongado y el más fuerte. Los judíos lo llaman el Tekiah, Teruah, Shevarim lo que significa El Gran Toque.  Muchos creen que La Trompeta Final (La Trompeta de Dios) está representada por El Gran Toque en la Fiesta de las Trompetas.

 

 

LA SEMANA 70 DE DANIEL Y LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN

 

 

P: ¿Qué hay del pasaje bíblico al que Jesús se refirió en Mateo 24:15 cuando habló sobre la Abominación de la desolación (también citada como “horrible sacrilegio”) de la que habló Daniel? Asimismo, ¿se refiere Pablo en 2 Tesalonicenses 2 al anticristo que entra en el templo y que se declara a Sí Mismo como Dios?  Sin duda, eso se refiere al mismo pasaje bíblico al que Daniel hace referencia en el capítulo 9:27.  ¿Me puede explicar esto: "Sobre una de las alas del templo cometerá horribles sacrilegios, hasta que le sobrevenga el desastroso fin que le ha sido decretado”.  ¿No está esto, seguramente, refiriéndose también a Jesús?

 

R: Esta es una pregunta de dos partes, sobre un tema muy mal interpretado y difícil de entender.  Todos los de la iglesia primitiva comprendían lo que significaban estos tres pasajes bíblicos, y los interpretaban correctamente. La mayoría de los comentarios más antiguos (Albert Barnes, Adam Clarke, Jamieson-Fausset-Brown) y otros, también comprendieron lo que significaban estos tres pasajes bíblicos y los interpretaron correctamente. Se mencionan tres pasajes bíblicos; vamos a examinarlos:

 

Daniel 9:24-27  Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia eterna, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; la plaza volverá a ser edificada, y el muro, en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo del príncipe que ha de venir, destruirá la ciudad y el santuario; con inundación será el fin de ella, y hasta el fin de la guerra las asolaciones están determinadas. Y por una semana confirmará el pacto con muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolar, aun hasta una entera consumación; y lo que está determinado se derramará sobre el pueblo asolado.

 

Matthew 24:15  Por tanto, cuando viereis la abominación desoladora, que fue dicha por el profeta Daniel, que estará en el lugar santo (el que lee, entienda).

 

2 Thessalonians 2:3-4  Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se exalta contra todo lo que se llama Dios o es adorado; tanto que como Dios se sienta en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.

 

Primero vamos a examinar Daniel 9:24-27.  Este pasaje bíblico se refiere a lo que se conoce como la semana 70 de Daniel.  Los cristianos reconocen que estas 70 semanas, o 490 días, simbolizan años, donde cada día representa un año. Muchos predicadores de hoy en día que se adhieren a la interpretación futurista creen que existe una enorme brecha de 2,000 años que separa la semana 69 de la semana 70. Ellos creen que esta semana 70 constituye 7 años de tribulación en los que el anticristo hará un pacto con los judíos, les permitirá construir el templo y hacer sacrificios allí, y luego, posteriormente, él quebrantará el pacto haciendo que cesen los sacrificios. Voy a intentar mostrarles que este suceso del que se habla en Daniel 9:24-27 fue cumplido por nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

 

*DANIEL 9:24*

 

Todo lo que está en Daniel 9:24 tiene que ver con la venida del Mesías y con la obra que Él haría: Terminar con la transgresión, poner fin al pecado, expiar la iniquidad, traer justicia perdurable,  sellar (cumplir) la visión y la profecía, y ungir al Santísimo (Jesucristo). Analicemos cada aspecto:

 

"Terminar con la transgresión y poner fin al pecado"

 

Hebreos 1:3  el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

 

Hebreos 9:26   de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora en la consumación de los siglos, se presentó una sola vez por el sacrificio de sí mismo para quitar el pecado.

 

"Expiar la iniquidad"

 

2 Corintios 5:18  Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Jesucristo; y nos dio el ministerio de la reconciliación.

 

Efesios 2:16  y reconciliar con Dios a ambos en un cuerpo mediante la cruz, matando en sí mismo las enemistades.

 

Hebreos 2:17  Por cuanto le era preciso ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel Sumo Sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

 

Hebreos 10:17  y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.

 

"Traer justicia perdurable"

 

Romanos 3:22  la justicia de Dios que es por la fe de Jesucristo, para todos y sobre todos los que creen; porque no hay diferencia;

 

Romanos 3:25-26  a quien Dios ha puesto en propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia por la remisión de los pecados pasados, en la paciencia de Dios, para manifestar su justicia en este tiempo; para que Él sea justo, y el que justifica al que cree en Jesús.

 

Romanos 5:18-19  Así que, como por el pecado de uno vino la condenación a todos los hombres, así también, por la justicia de uno, vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida. Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos.

 

"Sellar la visión y la profecía"

 

Jesús selló las profecías del Antiguo Testamento cumpliendo lo que estaba escrito en ellas.

 

Hechos 3:18  Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que Cristo había de padecer.

 

"Ungir al Santísimo"

 

Ungir, (del cual proviene Mashiach, el Mesías, el ungido), significa, en general, consagrar o nombrar para algún cargo específico. Aquí significa la consagración o el nombramiento de nuestro bendito Señor, el Santo de Israel, para ser el Profeta, Sacerdote y Rey de la humanidad.

 

Hechos 4:27  Pues verdaderamente se juntaron contra tu santo Hijo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,

 

Lucas 4:18  El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados:

 

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*DANIEL 9:25-26*

 

En Daniel 9:25, la profecía de las setenta semanas debía comenzar con el decreto para restaurar y edificar Jerusalén. Esa fecha conocida es el año 457 a.C., cuando Artajerjes emitió el decreto (Esdras 7:13). A partir de esa fecha, el año 457 a.C., los judíos tendrían exactamente 490 años para terminar de llenar de iniquidad la copa de ellos al rechazar al Mesías. Ese periodo de prueba de 490 años terminó en el año 34 d.C., y los judíos dejaron de ser el pueblo elegido de Dios. Daniel 9:25 dice que el Mesías sería ungido después de que hubieran pasado sesenta y nueve de esas semanas proféticas. Eso serían 483 años a partir de la fecha del decreto del año 457 a.C  y nos lleva al año 27 d.C., el mismo año en que Jesús fue bautizado por Juan y el Espíritu Santo lo ungió para Su ministerio.

 

Se asignaron setenta semanas de periodo de prueba para el pueblo judío, pero Jesucristo apareció como Mesías después de sesenta y nueve semanas. Eso dejó la septuagésima semana para que Cristo ministrase a los judíos antes de que su periodo de prueba finalizase. Este pasaje bíblico nos dice lo que sucedería en la septuagésima semana:

 

Daniel 9:27  Y por una semana confirmará el pacto con muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolar, aun hasta una entera consumación; y lo que está determinado se derramará sobre el pueblo asolado.

 

En ningún lugar de este versículo dice cosa alguna acerca de un anticristo que establezca y quebrante un pacto con Israel. El anticristo no se encuentra en ninguna parte de este versículo.  Sin embargo, si aceptamos el hecho de que este versículo se está refiriendo al Mesías, Jesucristo, todo tiene sentido y encaja perfectamente en su lugar. La mitad de la semana son tres años y medio a partir del bautismo de Jesús en el Río Jordán. Según las Escrituras, el ministerio de Jesús duró tres años y medio, o la mitad de la septuagésima semana. En la primavera del año 31 d.C. Él fue crucificado. El velo del templo se rasgó de arriba abajo (Mateo 27:51) simbolizando que se había puesto fin a las oblaciones y los sacrificios.

 

A través de Su muerte, Jesucristo hizo que los sacrificios cesaran en el templo judío en lo que a Dios se refería, si bien los judíos continuaron ofreciendo sacrificios en el templo hasta la mitad del año 66 d.C.; aproximadamente tres años y medio más tarde, los ejércitos romanos destruyeron el templo de Jerusalén. Tras la crucifixión de Jesucristo, quedaban otros tres años y medio de las setenta semanas y el final del periodo de prueba de los judíos. Existen dos posibilidades en lo referente a cuándo se cumplieron los tres años y medio restantes.

 

Una posibilidad es que el reloj divino de las setenta semanas del periodo de prueba de los judíos se detuvo a la muerte del Mesías, dejando restante tres años y medio. A partir de ese momento, la atención se ha centrado en los gentiles, si bien la Novia de Jesucristo está compuesta tanto de judíos como de gentiles. Los judíos pueden formar parte de la Novia, pero ellos deben entrar a través de la puerta estrecha y angosta como todos los demás y ser lavados mediante la Sangre del Cordero y ser llenos con Su Espíritu. Después de aproximadamente dos mil años, el reloj se reiniciará de nuevo al final de los siglos cuando se cumplan los tiempos de los gentiles. En ese momento, a los judíos se les dará una última oportunidad para volverse a Él, o para recibir al falso Mesías. Jesucristo cumplirá la segunda mitad de la septuagésima semana volviendo a confirmar el pacto. Esto podría ser el misterio al que se refirió el apóstol Pablo cuando dijo que la ceguera de Israel duró por un tiempo hasta que la totalidad de los gentiles hubiera entrado, y luego Israel sería salvo (Romanos 11:25-26).

 

La otra posibilidad es que, durante esos tres años y medio después de la crucifixión de Jesús, los apóstoles trabajaron principalmente con los judíos hasta el año 34 d.C. cuando terminaron las setenta semanas del periodo de prueba. Esteban fue apedreado y el evangelio empezó a predicarse a los gentiles (Hechos 8:4). Los judíos habían rechazado el mensaje del evangelio y ya no constituían el pueblo de Dios-tal como había predicho Daniel. Ahora ellos sólo podían ser salvos como individuos, del mismo modo que los gentiles. Él ha hecho ahora un pacto con muchos; estos son su simiente espiritual en todas las épocas: Salmo 22:30; Isaías 53:1. Como nación, los judíos habían sido rechazados como pueblo elegido de Dios. Aquí está el modo en que la Biblia describe dicho rechazo:

 

Mateo 21:43  Por tanto os digo: El reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a una nación que produzca los frutos de él.

 

Mateo 21:19  Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente, y le dijo: Nunca más nazca fruto de ti, por siempre. Y al instante se secó la higuera. (La higuera era el símbolo de la nación judía).

 

Mateo 23:38  Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,

 

Gálatas 3:28-29  Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, entonces simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa.

 

Romanos 10:12  Porque no hay diferencia entre judío y griego; porque el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan.

 

Romanos 9:6-8  No como si la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que son de Israel son israelitas; ni por ser simiente de Abraham, son todos hijos; sino que: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son contados por simiente. (The New Testament teaches the acceptance of spiritual Israel, and the rejection of physical Israel and the children of the flesh.)

 

Romanos 2:28, 29  Porque no es judío el que lo es por fuera; ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en el interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; cuya alabanza no es de los hombres, sino de Dios.

 

Hechos 13:46  Entonces Pablo y Bernabé, tomando denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas ya que la desecháis, y os juzgáis indignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.

 

También quisiera señalar que la parte que dice: "el pueblo de un príncipe que ha de venir" no se refiere al anticristo. Aquí está de dónde procede la creencia ridícula que hay entre muchos teólogos de que el anticristo provendría de Roma. En muchas ocasiones en el libro de Daniel, cuando uno ve la palabra ‘príncipe’, el ángel está haciendo referencia a un príncipe angelical. Yo creo que, en este caso, el ángel estaba refiriéndose al príncipe del Imperio Romano, que vendría después del príncipe de Grecia. El pueblo del príncipe de Roma que había de venir fueron, por supuesto, los ejércitos romanos, los cuales vinieron y destruyeron la ciudad de Jerusalén y el santuario en el año 70 d.C.

 

Daniel 10:13  Mas el príncipe del reino de Persia se puso contra mí veintiún días; y he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y yo quedé allí con los reyes de Persia.

 

Daniel 10:20-21  Y dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Porque luego tengo que volver para pelear con el príncipe de Persia; y saliendo yo, he aquí, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está anotado en la Escritura de la verdad. Y ninguno hay que se esfuerce conmigo en estas cosas, sino Miguel vuestro príncipe.

 

Daniel 12:1  Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces; mas en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

 

*DANIEL 9:27*    

 

Esta es la parte donde la mayoría tiene problemas. La confirmación del pacto durante esa "semana" debe ser consistente con alguna labor o suceso que haría que el sacrificio y la oblación cesasen a la mitad de dicho periodo. Los sacrificios y las ofrendas "cesaron" a la muerte de Cristo – a la mitad de la "semana". Jesús dijo muchas veces: "Mi tiempo aún no ha llegado" (Juan 2:4; 7:6, 30).  Después, justo antes de Su muerte, Él dijo: "Mi tiempo está cerca" y "la hora ha llegado" (Mateo 26:18, 45; Juan 17:1). Estos versículos indican, con claridad, que había un tiempo definido en el plan divino cuando Jesús tuvo que morir. Él vino a cumplir las Escrituras, y sólo hay un pasaje bíblico que predijo el tiempo de Su muerte; la profecía que declaraba que se quitaría la vida al Mesías a la mitad de la septuagésima semana, después de 3 1/2 años de ministerio. Aquellos que afirman que la confirmación del pacto y el cese de los sacrificios se refieren a un anticristo futuro, destruyen por completo el asombroso cumplimiento de esta hermosa profecía.

 

La muerte de Cristo fue, en verdad, lo que hizo cesar los sacrificios y las oblaciones, y el hecho de haberse realizado la gran expiación, y de que actualmente no haya más necesidad de tales ofrendas, es la única razón filosófica que puede darse de por qué los judíos nunca más hayan podido reedificar el templo de nuevo, y de por qué, durante mil ochocientos años, no han hallado un lugar donde puedan volver a ofrecer un sacrificio de sangre. Como resultado de la venida del Mesías, se hizo "cesar" para siempre el "sacrificio y la oblación", y ningún poder del hombre será capaz de volverlos a restaurar en Jerusalén. Si llegara a suceder de nuevo, ese acontecimiento en sí mismo sería la abominación de la desolación a los ojos de Dios.

 

Hebreos 8:6-8  Mas ahora tanto mejor ministerio es el suyo, por cuanto Él es el mediador de un mejor testamento, que ha sido establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primer pacto hubiera sido sin falta, no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque hallando falta en ellos, dice: He aquí vienen días, dice el Señor, cuando estableceré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto;

 

Hebreos 9:15  Y por causa de esto Él es mediador del nuevo testamento, para que interviniendo muerte para la redención de las transgresiones que había bajo el primer testamento, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

 

Hebreos 10:16-18  Éste es el pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré; y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

 

Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador. Nada podría ser más apropiado, en la común estimación de los judíos, que hablar de un objeto como un estandarte militar romano plantado en cualquier parte del templo, como una "abominación"; y ninguna palabra denotaría mejor el carácter del conquistador romano que la palabra "desolador" – porque el efecto de su venida fue poner en ruinas toda la ciudad y el templo.

 

Mateo 24:15  Por tanto, cuando viereis la abominación desoladora, que fue dicha por el profeta Daniel, que estará en el lugar santo (el que lee, entienda).

 

No puede haber duda de que el Señor está haciendo referencia al pasaje bíblico de Daniel 9:27, ni de que los sucesos que ocurrieron durante el ataque a Jerusalén y al templo corresponden plenamente con el lenguaje utilizado aquí. Josefo dice que, cuando la ciudad fue tomada, los romanos llevaron sus insignias adentro del templo y las colocaron sobre la puerta oriental y les hicieron sacrificios a éstas allí. Esto está en perfecta concordancia con el lenguaje anterior y con la destrucción de la ciudad y del templo.

 

Daniel 9:27  Y por una semana confirmará el pacto con muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolar, aun hasta una entera consumación; y lo que está determinado se derramará sobre el pueblo asolado.

 

La palabra hebrea (shomem) significa "ser arrasado, ser desolado". Se hace referencia a Jerusalén vista siendo desolada, o reducida a ruinas a manos del ejército romano extranjero. El ángel, tal vez contemplándola mientras habla, la ve en ruinas o como desolada, y también ve esto como la terminación de la serie de profecías relativas a Israel, y en vista de todo lo que sucederá, habla de Jerusalén apropiadamente como "la desolada". Un desolador ha llegado allí para propagar la destrucción, y esto ha de continuar incluso hasta el final de todo el asunto; la finalización del derrocamiento de Jerusalén como Dios lo determinó.

 

El Señor Jesús mismo interpretó estas palabras de los ejércitos romanos puestos en pie en el lugar santo, y la desolación de Jerusalén que ellos causarían:

 

Lucas 21:20-24  Y cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción está cerca. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Pero ¡ay de las que estén encintas, y de las que amamanten en aquellos días! porque habrá gran angustia sobre la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.

 

Lucas 13:34-35  ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí, vuestra casa os es dejada desierta; y de cierto os digo que no me veréis, hasta que venga el tiempo en que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

 

*2 TESALONICENSES 2:3-4*

 

2ª Tesalonicenses 2:4  Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se exalta contra todo lo que se llama Dios o es adorado; tanto que como Dios se sienta en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.

 

Este pasaje bíblico no hace referencia a Daniel 9:27, ni a Mateo 24:15. La mayoría de los eruditos de la Biblia creen que él estaba haciendo referencia a los Papas venideros y a la arrogante Doctrina de la Infalibilidad Papal adoptada por la Iglesia Católica después de Constantino en el año 325 d.C. En el registro histórico se halla lo que hicieron los Papas durante cientos de años para oprimir, matar y perseguir a los cristianos y obligarlos a someterse al Papa como si él fuese Dios. Por el templo de Dios, uno debe comprender que se refiere a la iglesia del Dios vivo, la iglesia externa y visible que profesa la fe de Cristo y lleva su nombre. Es en este templo de Dios en el que el hombre de pecado está sentado. La frase "el templo de Dios" se usa varias veces en referencia al templo espiritual formado por los creyentes en Cristo que componen Su Iglesia, 2 Corintios 6:16; Efesios 2:21; 1 Corintios 3:16-17;

 

1 Corintios 3:16-17  ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

 

2 Corintios 6:16  ¿Y qué concierto tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

 

Efesios 2:19-21  Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios; edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;

 

El templo era el símbolo apropiado de la iglesia y un apóstol, como Pablo, entrenado en instituciones hebreas, hablaría de la iglesia, de forma natural, como el templo de Dios. El templo de Jerusalén era considerado la peculiar morada de Dios en la tierra. Cuando se fundó la iglesia cristiana, se hablaba de ella como la peculiar la morada de Dios. Vea los pasajes bíblicos a los que se hace referencia arriba. Él moró entre su pueblo. Él estaba con ellos y caminó con ellos, y se manifestó entre ellos, como Él había hecho en los templos anteriores, en el Lugar Santísimo.

 

El Nuevo Testamento no limita este lenguaje a un "edificio", o a una "iglesia", como se utiliza la palabra ahora comúnmente, sino que más bien denota a la iglesia como una sociedad y la idea de que el Anticristo aquí mencionado se representa a sí mismo en medio de dicha iglesia, como reclamando la honra que solamente se le debe a Dios. En el templo en Jerusalén, Dios mismo estaba allí; allí dio Él las leyes a Su pueblo, allí Él se manifestó a Sí Mismo como Dios y allí fue adorado Él.

 

Cuando el "hombre de pecado" se sentase en la iglesia cristiana, usurparía el lugar que Dios había ocupado en el templo y reclamaría los atributos divinos y el culto; él daría leyes y respuestas como Dios lo hacía allí; sería considerado como el cabeza de todo poder eclesiástico y la fuente de la que emanaba toda autoridad. Esto no se refiere al Papa sentado en algún edificio eclesiástico o templo en particular, sino a que reclame la misma supremacía universal, la autoridad absoluta, la infalibilidad indefectible y el culto que Dios tenía en el templo en Jerusalén. Nadie puede dejar de ver que la autoridad reclamada por el Papa de Roma y el culto que él exige encaja con toda la fuerza del lenguaje que está usando aquí el apóstol Pablo.

 

La oración en la que se muestra a sí mismo que él es Dios, no necesariamente significa que él haya afirmado en verdad ser Dios, sino que él ha usurpado el lugar de Dios y ha afirmado ser el Vicario de Cristo (en lugar de Dios), recibiendo la honra que se le debe a Dios, como lo es aceptar la adoración de la gente, o permitir que la gente le bese su mano, sus pies o el anillo de su mano. En el pasado, al Papa de Roma se le llamaba "Nuestro Señor Dios el Papa" y Rey de reyes y Señor de señores. Esto es herejía y blasfemia. La Iglesia Católica cree que el poder del Papa es mayor que todo poder creado, y se extiende a las cosas celestiales, terrestres e infernales. 

 

A lo largo de la historia, el Papa ha hecho todo lo que él cree, incluso cosas ilícitas. Por más de mil años, el Papa de Roma ostentó el lugar y autoridad más altos de la Iglesia Cristiana, en la que actuó como Dios, tomando sobre sí los títulos y atributos de Dios, y la autoridad que pertenece al Altísimo. Incluso hoy en día, los reyes, presidentes y jefes de Estado todavía otorgan al Papa esos mismos atributos rindiéndole homenaje, como lo es besarle la mano y el anillo. A veces, los pasajes de la Biblia tienen un doble cumplimiento. Aunque la llegada del Papado romano y la Iglesia Católica constituyeron un cumplimiento parcial de 2 Tesalonicenses 2:3-4, yo creo que también tendrá un cumplimiento futuro en un próximo Papa final, excepto que la Iglesia Católica cesará como tal y será reemplazada por una Nueva Religión Mundial dirigida por la bestia de dos cuernos de Apocalipsis 13. 

 

Vendrán dos bestias, una bestia será política y la otra será religiosa. Tengo la convicción de que el recién elegido Papa Francisco puede muy bien ser el que preparará el camino para lo que se menciona en el libro de Apocalipsis 13:10-17. De acuerdo con la profecía de San Malaquías, éste es el último Papa en presidir la Iglesia Católica. Este Papa verá el final de la Iglesia Católica tal como la conocemos, ya que cederá el paso a una Nueva Religión Mundial que será dirigida por el Falso Profeta. Puede que posiblemente gobierne desde un nuevo Templo en Jerusalén construido por los masones y los illuminati, que sirva de sede central de la nueva religión mundial, y también podría ser un cumplimiento parcial de 2 Tesalonicenses 2:3-4. El Templo de Salomón incluirá otra cosa que es mucho más siniestra de la cual prefieren que usted no sepa nada.

 

Como ya hemos explicado, el templo real del Dios vivo (según las Escrituras) es el cuerpo humano. La reedificación del Templo de Salomón, al que la élite en realidad se refiere es la reedificación de Adán; recipientes o instrumentos humanos que pueden ser habitados por entidades demoníacas, como los ángeles caídos quienes (junto con la antigua serpiente Lúcifer/Coatzcoatl/Kukulkan) muy pronto serán arrojados a la Tierra y se les dará la llave para abrir el pozo del abismo como lo señala el libro de Apocalipsis:

 

Apocalipsis 12:9-10   Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, llamada Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. Y oí una gran voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y el poder, y el reino de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido derribado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

 

Apocalipsis 9:1-3   Y el quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y le fue dada la llave del pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como el humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y les fue dado poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.

 

Apocalipsis 9:11   Y tenían por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolyón.

 

Una vez que se construya el Nuevo Templo de Jerusalén, la bestia, que pronto emergerá del pozo del abismo, entrará en el Lugar Santísimo y se autoproclamará como el Mesías. Desde ese momento en adelante, él empezará a gobernar el mundo en un Nuevo Orden Mundial, o La Nueva Atlantis junto con los diez reyes de la tierra durante tres años y medio, o cuarenta y dos meses, Daniel 7:25; Apocalipsis 11:2; 12:6; 13:5.  En ningún lugar de la Biblia se puede encontrar que la bestia gobierne la tierra durante siete años. Tampoco se puede encontrar ningún pasaje bíblico donde diga que la gran tribulación durará siete años y medio. Si el pueblo del Altísimo debe entender el tiempo del fin, estas tradiciones de hombres han de dejarse de lado. A Satanás le será dada la misma cantidad de tiempo que tuvo Yahushua para demostrar su caso en el escaparate de la tierra a través del anticristo, el falso profeta y los diez reyes de la tierra. No más.  

 

 

LA SEPTUAGESIMA SEMANA DE DANIEL Y LA ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN (PREGUNTA N° 2)

 

 

P:  Su explicación de Daniel 9:25-27 encaja muy bien en mi opinión, excepto por una pregunta que tengo. En el versículo 27, usted explica que el Señor Jesucristo quita los sacrificios animales convirtiéndose Él Mismo en el verdadero sacrificio a la mitad de la septuagésima semana. Si él fue muerto en ese momento, a la mitad de la septuagésima semana, ¿cómo pudo Él ser muerto también después de sesenta y dos semanas en el versículo 26? Eso es todo lo que he podido encontrar que no parece encajar. ¿Podría usted explicarlo?

 

R:  En realidad, Daniel 9, versículos 26 y 27 se está refiriendo a dos aspectos diferentes de lo que pasó como consecuencia de ser crucificado el Mesías en el Gólgota. En el versículo 26, el ángel pasa a decirle a Daniel que después de que el Mesías sea eliminado (crucificado-se explica en detalle abajo), la ciudad y el santuario serán destruidos (explicado en detalle abajo).

 

En el versículo 27, el ángel le está explicando a Daniel que el Mesías confirmará un pacto con muchos por una semana (cuando Jesús estableció el Nuevo Pacto de Su sangre), y a la mitad de la semana (después de 3,5 años, cuando el Mesías es crucificado mencionado de nuevo en el versículo 26) Él hará que cese el sacrificio y la oblación (al Sacerdocio Levítico y el sistema de sacrificios de animales se les puso fin, fueron abolidos). Los Comentarios exegéticos y explicativos de la Biblia por Barnes, Clarke y Jamiesson, Fausset y Brown hacen una gran labor al explicar esto en gran detalle. Lea a continuación:

 

Daniel 9:26

 

Y después de sesenta y dos semanas—es decir, las sesenta y dos semanas que siguen a las siete semanas, en otras palabras, después de sesenta y nueve semanas, y durante la septuagésima semana. Si contamos, como hacen algunos cronólogos eminentes, a partir de la fecha del decreto de Artajerjes para reedificar Jerusalén del año 454 antes de Cristo, sesenta y nueve semanas de años nos llevan al año 29 d.C., que es aproximadamente el momento de la entrada de nuestro Señor en su ministerio público. Si, según otros, contamos desde el año 449 antes de Cristo, eso nos lleva al año 34 d.C., o a aproximadamente el momento de su muerte. Esto es lo más cercano que podemos esperar llegar, considerando que no han sido establecidas con exactitud ni la fecha del decreto de Artajerjes, ni el nacimiento y bautismo de nuestro Señor.

 

En este versículo y en Daniel 9:27, el Mesías se convierte en el tema destacado, mientras que el destino de la ciudad y el santuario son secundarios, siendo mencionados sólo en la segunda mitad de los versículos. El Mesías aparece en un aspecto doble, salvación para los creyentes, juicio para los incrédulos (Lucas 2:34; compare con Malaquías 3:1-6; 4:1-3). Durante la semana que llevó a Su crucifixión, Él repetidamente relaciona el ser "eliminado" con la destrucción de la ciudad, como causa y efecto (Mateo 21:37-41; 23:37-38). Israel podría, naturalmente, esperar el reino de gloria del Mesías, si no después del cautiverio de setenta años, al menos al final de las sesenta y dos semanas; pero en lugar de eso, será la muerte de Él y la consecuente destrucción de Jerusalén. 

 

El Mesías será eliminado,-- Se aplicaría a alguien que fue asesinado por una turba, o a alguien que fue sentenciado a muerte por un decreto judicial; o podría aplicarse a alguien que fue derribado en batalla, o por la peste, o por el relámpago, o por naufragio, pero no se aplicaría de forma natural o apropiada a alguien que hubiera vivido sus días y hubiera tenido una muerte pacífica. Ahora, siempre relacionamos con la palabra la idea de alguna interposición inusual, como cuando hablamos de alguien que es abatido a la mitad de su vida. Los antiguos traductores lo entendieron como una muerte violenta. Así lo hacen el latín Vulgata y el Siríaco, "el Mesías será asesinado", o ejecutado.

 

No es necesario decir aquí que esta frase encontraría un cumplimiento completo en el modo en que el Señor Jesús fue ejecutado, ni que este es el mismísimo lenguaje en el que es apropiado ahora describir la manera en que él fue matado. Él fue eliminado mediante violencia; por un decreto judicial: por una turba; a la mitad de su camino; etc. Si se admite que el ángel quiso describir  la forma de su muerte, no habría encontrado una sola palabra que lo hubiera expresado mejor.

 

Más no por sí ---"más no por sí" – indudablemente fue adoptado desde el punto de vista común de la expiación – que el Mesías no murió por sí mismo, sino que su vida fue dada como rescate por los demás. A mí me parece probable que esta sea la interpretación justa. El Mesías vendría como un "Príncipe". Podría esperarse que viniera para gobernar – para establecer un reino. Pero, de forma repentina, sería eliminado mediante una muerte violenta.

 

No se establecería el dominio anticipado sobre el pueblo como príncipe. No le pertenecería a él. De este modo, al ser matado repentinamente, las expectativas de ese tipo de gobierno no se cumplirían y serían destruidas. De hecho, él no establecería tal dominio que naturalmente se podría esperar de un príncipe ungido; él no tendría sucesor; la dinastía no permanecería en sus manos, ni en su familia, y pronto el pueblo de un príncipe extranjero vendría y barrería con todo. Esta interpretación no supone que el verdadero objeto de su venida sería frustrado, ni que él no establecería un reino de acuerdo con la predicción apropiadamente explicada, sino que tal reino no sería establecido de la manera en que lo esperaba el pueblo.

 

Esta interpretación, de hecho, eliminará este pasaje como texto de prueba de la doctrina de la expiación, o como afirmación de la designación de la muerte del Mesías, pero proporciona un significado de acuerdo con el hilo general de la profecía, y con los hechos de la obra del Mesías. Pues la expectativa natural era que, cuando él llegase, establecería un reino – un reino temporal – y esta expectativa era abrigada ampliamente por el pueblo. Sin embargo, él fue eliminado o matado prontamente y todas esas esperanzas desaparecieron de una vez de las mentes de sus verdaderos seguidores (compare con Lucas 24:21), y de las mentes de las multitudes quienes, aunque no eran sus verdaderos seguidores, empezaron a inquirir si él podría o no ser el Mesías anunciado – el Príncipe que habría de sentarse en el trono de David.

 

Todas estas expectativas quedaron arruinadas por su muerte repentina, y pronto, en lugar de liberar a la nación de la esclavitud y de establecer un reino visible, un príncipe extranjero vendría con sus fuerzas y barrería con todo. No puede determinarse ahora que ésta fuese la interpretación relacionada con estas palabras antes del advenimiento del Mesías. Contamos con pocos restos de los métodos con los que los hebreos interpretaban las antiguas profecías, y fácilmente podemos suponer que ellos no estarían dispuestos a aceptar una explicación que les mostrase que el reino del Mesías no ocurriría como ellos habían anticipado, sino que casi tan pronto como él apareciese, sería ejecutado, y el dominio se desvanecería, y la nación quedaría sujeta a los estragos de una potencia extranjera.

 

El pueblo del príncipe que ha de venir---los romanos, conducidos por Tito, el representante del poder mundial, finalmente a transferirse al Mesías, y así llamado por el título del Mesías, "el Príncipe"; como también debido a haber sido enviado por Él, como Su instrumento de juicio (Mateo 22:7). Por otro lado: "Y ellos (los judíos) no serán más su pueblo; ni el futuro pueblo del Príncipe (del Mesías)". Esto parece ser más bien una explicación del significado, que una traducción del hebreo.

 

La traducción literal sería: "y la ciudad, y el santuario, el pueblo de un príncipe que viene, quedará desierto". En la suposición general de que todo este pasaje bíblico se refiera al Mesías y a su época, el lenguaje aquí utilizado no es difícil de interpretar y denota con exactitud indudable los sucesos que pronto siguieron al “ser eliminado” el Mesías. La palabra "pueblo" (am) es una palabra que bien podría aplicarse a sujetos o ejércitos – un pueblo tal como un príncipe invasor o un guerrero que lideraría con él con fines de conquista. Eso denota apropiadamente 

 

Destruirá la ciudad y el santuario;--- El "lugar santo" – el templo. Este es el final de la profecía. Empieza con la orden de "reedificar y restaurar" la ciudad y termina con su destrucción. La fecha no está fijada, ni hay en la profecía ninguna indicación directa de cuándo ocurriría, a menos que se halle en la declaración general en Daniel 9:24, que "setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad". No obstante, el alcance total de la profecía llevaría a la suposición de que habría de ocurrir pronto, después de que el Mesías hubiera de ser "eliminado". La serie de sucesos ocasionados por los romanos que condujeron a la destrucción de la ciudad y del templo, de hecho, empezaron muy poco tiempo después de la muerte del Señor Jesús, y cesaron sólo cuando el templo fue totalmente demolido, la ciudad fue arrasada hasta sus cimientos.

 

Su fin será con una inundación---basheteph –a saber, de guerra (Salmo 90:5; Isaías 8:7; 28:18). Implicando la totalidad de la catástrofe, "no quedó una piedra sobre otra". Es decir, será como una inundación desbordante. La palabra usada aquí significa un "salir a borbotones, torrente", como de lluvia, Job 38:25; de un torrente, Proverbios 27:4; un desbordamiento, inundación, aluvión, Salmo 32:6; Nahúm 1:8. Por lo tanto, denotaría apropiadamente los estragos de un ejército, barriendo con todo. Sería como una súbita inundación, llevándose todo por delante. Nadie puede dudar de que este lenguaje es aplicable en todos los aspectos a las desolaciones traídas sobre Jerusalén por los ejércitos romanos.

 

Y hasta el fin de la guerra se han determinado desolaciones --- El significado literal del pasaje bíblico es: "y hasta el final de la guerra están decretadas desolaciones", o determinadas. La palabra traducida "determinadas" (charats) significa, adecuadamente, cortar, hacer incisión, cincelar; luego, decidir, determinar, decretar, dictar sentencia. Ver las notas en Daniel 9:24. Aquí el significado es, naturalmente, que tales desolaciones fueron establecidas o determinadas como por un decreto, o propósito. Había algo que las hacía ser ciertas; es decir, era parte del gran plan al que aquí se refería la visión de las setenta semanas, que habría ese tipo de esas desolaciones extendiéndose a través de la guerra. Por tanto, las cosas que se anticiparían de este pasaje bíblico serían: "Será cortada por desolaciones; por decreto de Dios" (Isaías 10:23; 28:22).

 

Estas desolaciones se extenderían a través de la guerra, o hasta su finalización. No habría interrupción, ningún cese. Sobra decir que este fue, de hecho, precisamente el carácter de la guerra que los romanos libraron con los judíos después de la muerte del Salvador, y que terminó en la destrucción de la ciudad y del templo; el derrocamiento de todo el sistema de gobierno hebreo y la remoción de grandes cantidades de personas hacia un distante y perpetuo cautiverio. Tal vez, no ha habido ninguna guerra en progreso, que haya estado más marcada por la desolación; en ninguna ocasión se ha manifestado el propósito de destrucción de forma más perseverante hasta su mismo final. El "lenguaje" aquí, efectivamente, podría aplicar a muchas guerras – en cierto sentido a todas las guerras; no obstante, en ningún caso sería más apropiado que a las guerras de los romanos con los judíos.

 

Daniel 9:27 

 

Y él confirmará el pacto, Jesucristo. La confirmación del pacto se le asigna a Él en otro lugar también. Isaías 42:6: "Te pondré como pacto para el pueblo" (es decir, Él, en quien se expresa personalmente el pacto entre Israel y Dios).

El nuevo pacto de gracia que fue ratificado mediante su muerte. (Jeremías 31:31, Hebreos 8:6-13; Lucas 22:20, "El nuevo testamento en Mi sangre"; Malaquías 3:1, "el ángel del pacto"; Jeremías 31:31-34, describe el pacto mesiánico en su plenitud. Compare con Daniel 11:30,32, "abandonan el pacto", "actúan impíamente contra el pacto". La profecía del Mesías confirmando el pacto con muchos consolaría a los fieles en tiempos de Antíoco, quienes sufrieron en parte debido a la persecución de sus enemigos, en parte debido a falsos amigos. Salmo 22:30; Isaías 53:11; Mateo 20:28; 26:28; Romanos 5:15,19).

 

Durante una semana, es decir en el plazo de una semana. Las palabras del ángel afirman, simplemente, que esta transacción tiene lugar en la septuagésima semana, a la mitad de la semana. Las setenta semanas se extienden hasta el año 33 d.C., pero fue, prácticamente, unos tres o cuatro años tras la muerte de Cristo, durante los cuales el Evangelio se predicó exclusivamente a los judíos. Cuando los judíos persiguieron a la Iglesia y apedrearon a Esteban (Hechos 7:54-60), el plazo de gracia que se les concedió llegó a su fin (Lucas 13:7-9). Israel, habiendo rechazado a Cristo, fue rechazado por Cristo, y de ahí en adelante cuenta como muerto (compare Génesis 2:17 con 5:5; Oseas 13:1-2), su efectiva destrucción por Tito siendo la consumación de la remoción del reino de Dios de Israel a los gentiles (Mateo 21:43), que no habría de ser restaurado hasta la segunda venida de Cristo, cuando Israel estará a la cabeza de la humanidad (Mateo 23:39; Hechos 1:6-7).

 

Él hará que cesen el sacrificio y la oblación. La palabra "él", en este lugar, se refiere al Mesías, si la interpretación de la parte anterior del versículo es correcta, porque no puede haber duda alguna de que es la misma persona que se menciona en la frase "Él confirmará el pacto con muchos". Las palabras "sacrificio" y "oblación" se refieren a las ofrendas realizadas en el templo. La palabra anterior denota de forma más apropiada ofrendas "de sangre"; la última palabra denota "ofrendas" de cualquier tipo – ya sea de harina, de frutos, grano, etc. Vea estas palabras explicadas en las notas en Isaías 1:11-13.

 

La palabra traducida "cesar" (yashebyt) significa, apropiadamente, descansar (de la palabra Sabbath), y luego en Hiphil, hacer descansar, o hacer que cese. Transmite la idea de "poner fin a" - como, por ejemplo, la "guerra", Salmo 46:9; la "contienda", Proverbios 18:18; el "regocijo", Isaías 16:10. - Gesenius. El significado literal aquí se cumpliría con la suposición de que se acabaría con estos sacrificios, y esto ocurriría ya sea por haber hecho cesar por completo que fueran ofrecidos en ese tiempo, o por el hecho de que se cumplió el objetivo de su designación, y que desde ese tiempo en adelante serían inútiles y se irían desvaneciendo.

 

En realidad, en lo que tiene que ver con la intención Divina en la designación de esos sacrificios y ofrendas, estos "cesaron" a la muerte de Cristo – a la mitad de la "semana". Entonces, se ofreció el gran sacrificio que ellos habían pregonado. Luego, estos sacrificios dejaron de tener significado alguno, no había razón para su continuación por más tiempo. Después, puesto que nunca habían tenido eficacia alguna en sí mismos, dejaron también de tener propiedad como tipos – ya que lo que habían prefigurado se había cumplido. Luego, también, comenzó una serie de sucesos e influencias que condujeron a su abolición, pues pronto fueron interrumpidos por los romanos, y el templo y los altares fueron arrasados para no ser reedificados.

 

Por la única ofrenda de sí mismo, él logró lo que tipificaban el sacrificio y la oblación diarios. Por lo tanto, eso hizo que ya no fueran necesarios y, poco después, Dios los abolió por mano de los romanos. La muerte de Cristo fue, en verdad, lo que los hizo cesar, y el hecho de que se había realizado la gran expiación, y que ahora ya no había más necesidad de tales ofrendas, es la única razón filosófica que puede darse de por qué los judíos no han podido reedificar el templo nunca más, y de por qué, durante mil ochocientos años, no han encontrado un lugar donde poder ofrecer sacrificios de sangre otra vez. El "sacrificio y la oblación" se realizaron, como resultado de la venida del Mesías, para "cesar" para siempre, y ningún poder del hombre podrá restaurarlos de nuevo en Jerusalén. Compare el relato de Gibbon del intento de Julián de reedificar el templo en Jerusalén: Historia de la Decadencia y Caída del Imperio Romano, ii. 35-37.

 

La rasgadura del velo marcaría el cese de los sacrificios a través de la muerte de Cristo (Levítico 4:6; 16:2,15). No puede haber pacto sin sacrificio (Génesis 8:20; 9:17; 15:9; Hebreos 9:15). Aquí el antiguo pacto había de ser confirmado, pero de un modo peculiar para el Nuevo testamento, es decir, mediante el único sacrificio, que pondría fin a todos los sacrificios (Salmo 40:6,11). Por tanto, a medida que los ritos levíticos se acercaban a su fin, Jeremías, Ezequiel y Daniel, con una claridad cada vez mayor, se opusieron al nuevo pacto espiritual con elementos terrenales transitorios del antiguo. 

 

Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador---A causa de las abominaciones cometidas por las personas impías contra el Santo, Él no sólo destruirá la ciudad y el santuario (Daniel 9:25), sino que continuará su desolación hasta el tiempo de la consumación "determinada" por Dios (la frase está citada de Isaías 10:22-23), cuando por fin el poder del mundo será juzgado y el dominio le será dado a los santos del Altísimo (Daniel 7:26-27).

 

AUBERLEN traduce, "A causa de la cumbre desoladora de las abominaciones (compare con Daniel 11:31; 12:11; por tanto, se evita la repetición de la misma cosa como en Daniel 9:26), y hasta la consumación que está determinada, ella (la maldición, Daniel 9:11, predicha por Moisés) será derramada sobre el desolado". Israel alcanzó la cumbre de las abominaciones, lo que trajo desolación (Mateo 24:28), más aún, que es la desolación misma, cuando después de asesinar al Mesías, ofrecieron sacrificios, en realidad, mosaicos con respecto a su forma, pero paganos en cuanto al espíritu (compare con Isaías 1:13; Ezequiel 5:11). Cristo se refiere a este pasaje bíblico (Mateo 24:15), "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel” (las palabras “lugar santo” están tácitamente implícitas en "abominaciones" como las que se cometen contra el santuario).

 

SIR ISAAC NEWTON explica que el ala ("extensión") de las abominaciones son las insignias romanas (águilas) llevadas a la puerta oriental del templo, y allí los soldados les hicieron sacrificios a estas; la guerra, que acabó con la destrucción de Jerusalén, duró desde la primavera del año 67 d.C. hasta el otoño del año 70 d.C., es decir, justo tres años y medio, o la última mitad de la semana de años  [JOSEFO, Guerra de los Judíos, 6.6]. "El desolador" del cual se habla es el poder romano. Nuestro Salvador mismo interpretó estas palabras de las huestes romanas paradas en el lugar santo. Mateo 24:15; Marcos 13:14 Compare con Lucas 21:20.

 

El lenguaje del Salvador en la referencia que él hizo a esto parecería exigir tal interpretación, Mateo 24:15 : "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel", etc. Ninguna duda razonable puede haber de que el Salvador se está refiriendo a este pasaje de Daniel (ver las notas en Mateo 24:15), ni de los sucesos que ocurrieron en el ataque a Jerusalén y al templo que se corresponderían plenamente con el lenguaje utilizado aquí.

 

Josefo, por ejemplo, dice que cuando la ciudad fue tomada, los romanos trajeron sus insignias al templo, y las colocaron sobre la puerta oriental, y les hicieron sacrificios a estas allí. "Y ahora los romanos", dice él, "tras la huida de los sediciosos de la ciudad, y tras la quema de la casa santa misma, y de todos los edificios que la rodeaban, trajeron las insignias adentro del templo, y las colocaron sobre su puerta oriental; y allí les ofrecieron sacrificios a estas, y allí hicieron "Emperador" a Tito con las mayores aclamaciones de júbilo". - "Guerras de los Judíos", b. vi. Capítulo vi. Sección 1. Este hecho concuerda plenamente con el significado del lenguaje tal como se explicó anteriormente, y se exigió que se hiciera referencia a esto para que el propósito de la profecía estuviera completo. Su terminación apropiada es la destrucción de la ciudad y del templo - como su comienzo es la orden de reedificarlos.

 

Incluso hasta la consumación--- Hasta la finalización - yead - kalah. Es decir, la serie de sucesos de la profecía habrá de alcanzar, de hecho, la finalización de todo lo que pertenece a la ciudad y al templo. Todo el propósito con respecto a eso se completará. El propósito por el cual se reedificará se consumará; se les pondrá fin a los sacrificios que se ofrecen allí, y estos ya no serán ni eficaces, ni apropiados; toda la política civil y religiosa relativa a la ciudad y el templo pasarán.

 

y eso determinó--- venecheratsah. Vea esta palabra explicada en las notas en Daniel 9:24, Daniel 9:26. Vea también las notas en Isaías 10:23. Parece haber una alusión de la palabra aquí a su uso anterior, como denotando que este es el cumplimiento de la determinación con respecto a la ciudad y al templo. La idea es, que lo que fue determinado, o sobre lo cual se decidió, a saber, con referencia a las escenas finales de la ciudad y el templo, se cumpliría.

 

Será derramado --- tttak. La palabra usada aquí significa verter, derramar, desbordar - como lluvia, agua, maldiciones, ira, etc. Puede aplicarse apropiadamente a la calamidad, o a la desolación, ya que estas cosas se pueden representar como "derramadas" sobre un pueblo, a manera de tempestad. Compare con 2° Samuel 21:10; Éxodo 9:33; Salmo 11:6; Ezequiel 38:22; 2° Crónicas 34:21; 12:7; Jeremías 7:20; 42:18; 44:6.

 

Sobre el desolado--- Nota al margen, desolador. La palabra hebrea (shomem ) es la misma, aunque de otra forma (kal en lugar de pel ) a la que se usa en la parte anterior del versículo, y que se traduce como "el traerá desolación", pero para la cual arriba se propuso que se tradujera como "desolador". El verbo shamemis es un verbo intransitivo, y significa, en "Kal", la forma usada aquí, quedar atónito o asombrado; luego, "ser arrasado, ser desolado" (Gesenius); y el significado en este lugar, por lo tanto, es aquello que está desolado o arrasado – lo consumido, lo que está pereciendo, lo solitario. La referencia es a Jerusalén vista como desolada, o reducida a ruinas. Tal vez el ángel la contempla, mientras está hablando, en ruinas o como desolada, y también ve esto como la terminación de toda la serie de predicciones, y, en vista del conjunto, habla de Jerusalén apropiadamente como "la desolada".

 

La consumación y eso determinó---la finalización del derrocamiento de Jerusalén según lo determinado por Dios. Aunque sería reedificada, sin embargo, de nuevo sería reducida a desolación, para el propósito de la reedificación – la venida del Mesías – se lograría. Como la profecía encuentra a Jerusalén en una escena de ruinas, así la deja, y la última palabra de la profecía, por lo tanto, es apropiadamente la palabra  "desolada". El estado intermedio, efectivamente, entre la condición de la ciudad, de como se ve al principio y al final, es glorioso – pues abarca toda la obra del Mesías; pero el comienzo es una escena de ruinas, y también lo es el final.

 

La suma del conjunto de la parte final del versículo puede expresarse en una paráfrasis libre: "Él, el Mesías, hará que cesen el sacrificio y la oblación", al haber cumplido en su propia muerte el propósito de las antiguas ofrendas, por tanto, dejándolas inútiles ahora, y sobre la extensión – sobre el templo considerado como extendido, o algún ala o pórtico, allí se ven cosas abominables - insignias idólatras y la adoración de extranjeros. Un desolador está ahí, también viene a extender la destrucción - un ejército o un líder extranjero. Y esto ha de continuar hasta el fin de todo el asunto – el fin de los sucesos contemplados por la profecía – el fin de la ciudad y del templo. Y lo que se determina – la destrucción decretada - se derramará como una tempestad sobre la ciudad condenada a desolación – desolada como se analizó al comienzo de la profecía – desolada al final, y por lo tanto llamado apropiadamente "la desolada"

 

 

LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO Y LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

 

 

P:  En Mateo 24:1-3, ¿se estaba refiriendo Jesús a la destrucción del Templo en el año 70 D.C., o se estaba refiriendo Él a Su segunda venida y al final de los siglos?

 

R:  A fin de comprender el pasaje bíblico mencionado anteriormente, debemos comprender que los discípulos de Jesús le formularon dos preguntas. Una trata sobre el momento de la destrucción del templo en Jerusalén (azul); la segunda pregunta trata sobre Su segunda venida y el final de los siglos (rojo). Jesús responde ambas preguntas, yendo y viniendo de una pregunta a la otra. A veces Su respuesta aplica a ambas preguntas (verde). Se necesita un ojo entrenado y discernimiento para saber cuándo termina una y empieza la otra. Examinemos lo que dice en Mateo 24:1-31:

 

Y cuando Jesús salió del templo y se iba, vinieron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Y Jesús les dijo: ¿No veis todo esto? De cierto os digo: No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada. Y sentándose Él en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras, y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca, pero aún no es el fin.

 

Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá hambres, y pestilencias, y terremotos en muchos lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán para ser atribulados, y os matarán; y seréis aborrecidos de todas las naciones por causa de mi nombre. Y entonces muchos se escandalizarán; y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos, y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

 

Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por tanto, cuando viereis la abominación desoladora, que fue dicha por el profeta Daniel, que estará en el lugar santo (el que lee, entienda). Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda a tomar algo de su casa; y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su ropa. 

 

Y ¡Ay de las que estén encintas, y de las que amamanten en aquellos días! Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado; porque habrá entonces gran tribulación, cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni jamás habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. Entonces si alguno os dijere: He aquí está el Cristo, o allí, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas; y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuese posible, aun a los escogidos. He aquí os lo he dicho antes. 

 

Así que, si os dijeren: He aquí, está en el desierto, no salgáis: He aquí, en las alcobas, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. Porque dondequiera que esté el cuerpo muerto, allí se juntarán también las águilas. E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Y entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; entonces se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.  Mateo 24:1-31

 

Algunos creen que todo ello ya tuvo lugar, mientras que otros creen que nada de ello ha tenido lugar en absoluto. En mi opinión, esos dos puntos de vista están errados, y conducen a una confusión más seria, y a una falta de comprensión de los tiempos en los que nos encontramos.  Jesús habló de la destrucción del templo en Jerusalén y compartió algunas de las señales que lo precederían para advertir a los creyentes. Él también les dijo claramente qué hacer cuando viesen la abominación de la desolación, de la que habló Daniel el profeta de pie en el lugar santo. El significado de lo que el Señor está diciendo aquí no está muy claro hasta que uno lee el mismo pasaje bíblico en Lucas 21:20-24:   

 

Y cuando veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción está cerca. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Pero ¡ay de las que estén encintas, y de las que amamanten en aquellos días! porque habrá gran angustia sobre la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos. Lucas 21:20-24

 

Esto nos muestra claramente que la abominación de la desolación de la que habló Daniel el profeta a la que Jesús se estaba refiriendo es, de hecho, la destrucción del Templo de Jerusalén y de la ciudad por los ejércitos romanos al mando de Tito en el año 70 d.C. Esto se explicó con más detalle en la pregunta anterior que abordamos. Los judíos que no fueron asesinados por la espada, fueron esparcidos a todas las naciones, a medida que Jerusalén fue pisoteada por los gentiles hasta 1948 d.C. Sin embargo, sabemos que algunas de las cosas que dijo Jesús no han pasado aún: ni el sol ni la luna se han oscurecido todavía; las estrellas no han caído de los cielos y los poderes de los cielos no han sido sacudidos. Esto es exactamente lo que dice el Libro del Apocalipsis que ocurrirá con la apertura del sexto sello en el libro del Apocalipsis 6:12-17: 

 

Y miré cuando Él abrió el sexto sello, y he aquí fue hecho un gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se volvió como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como caen los higos verdes de la higuera cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se apartó como un pergamino que es enrollado; y toda montaña y toda isla fue movida de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los magistrados, y los ricos, y los capitanes, y los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas; y decían a las montañas y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de Aquél que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?  Apocalipsis 6:12-17

 

Esto se refiere al Día del Señor, cuando Jesucristo regresará con poder y gran gloria para reunir primero a Su Novia, y luego destruir el reino de la bestia, junto con todos los que aceptaron la marca de la bestia en el planeta Tierra, y salen a hacer guerra con Él. Una vez que se comprende esto, no habrá más confusión y Su pueblo sabrá qué esperar, y cómo prepararse para ello de la manera apropiada.

 

 

EL PLANETA X  (NIBIRU)

 

 

 

P:  Estoy confundido; por favor, deme un poco de entendimiento. ¿Es Nibiru el mismo planeta que el Planeta X? ¿O existen dos estrellas enanas?  Algunas personas dicen que es 8 veces el tamaño de la Tierra y que va a colisionar con la Tierra. Eso es algo que confunde.

 

 R:  Existe mucha confusión porque nadie lo sabe con certeza y los científicos y los gobiernos de la tierra no lo dicen. La Enana Marrón, Ajenjo o Némesis es el sol gemelo más pequeño de nuestro sistema solar binario de acuerdo con el investigador ruso Immanuel Velikovsky, el controvertido autor de "Worlds in Collision"(Mundos en Colisión) y de varios libros más sobre catastrofismo basados en su investigación de la cultura sumeria. Nibiru/Planeta X/ Hercólubus /Destructor es el nombre de uno de los planetas con la órbita más externa alrededor de Némesis en una trayectoria que toma aproximadamente más de 3,600 años. El Planeta X es de aproximadamente 6 a 7 veces el tamaño y masa de la Tierra y tiene una luna igual en tamaño que nuestra propia luna, orbitando a su alrededor.  

 

Némesis o Sol Negro es aproximadamente 5 a 6 veces el tamaño de Júpiter, pero aún así es bastante pequeña comparada con nuestro Sol.  Tiene su propio mini sistema solar con sus planetas orbitando y sus lunas; mucho más pequeño en comparación con nuestro propio sistema solar. Va arrastrando una enorme nube de asteroides/polvo tras de sí. Cada 3,600 años, más o menos, este sistema de la Enana Marrón junto con Nibiru/Planeta X/Planeta del Cruce y el resto de sus planetas, lunas y campo de escombros se acerca a nuestro Sol y es atraído al interior de una órbita alrededor de nuestro Sol que lo trae peligrosamente cerca del planeta Tierra. Entra en nuestro sistema solar desde el sur, en ángulo al plano galáctico de nuestro sistema solar, alrededor de nuestro Sol y, luego, se dirige de vuelta al espacio exterior por otra órbita de más de 3,600 años. El peligro que presenta para el planeta Tierra dependerá de dónde se encuentre el planeta Tierra en nuestro sistema solar en referencia al Destructor cuando esto suceda.

 

Si ocurre que el planeta Tierra estuviera en el lado opuesto del Sol cuando este evento tenga lugar, ese sería el caso más favorable en lo que a nosotros concierne. Ese escenario produciría graves terremotos, deslizamientos de tierra masivos, actividad volcánica, inundaciones, sequías, socavones gigantes, perturbación del polo norte magnético, enormes trastornos climáticos, y gran mortandad de formas de vida animal, de peces y de aves. Eso sería más o menos lo que pasaría en el caso más favorable, que probablemente es lo que tuvo lugar la última vez que sucedió eso durante el tiempo de Moisés y el Éxodo del pueblo de Dios desde Egipto. Hemos visto todas las cosas mencionadas antes acontecer en el planeta Tierra en los últimos años a un ritmo cada vez mayor.

 

No obstante, si sucede que el planeta Tierra estuviera en el mismo lado del Sol cuando llegue por aquí ese Sistema de la Enana Marrón, las consecuencias podrían ser mucho más catastróficas que las mencionadas antes. Eso es lo que ocurrió durante la extinción de los dinosaurios y la destrucción de Atlantis en el planeta Tierra miles de años atrás. Me preocupa que sea este último escenario el que nuestro planeta pueda experimentar en un futuro muy cercano. Jesucristo mismo dijo:

 

Mateo 24:21-22   porque habrá entonces gran tribulación, cual no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni jamás habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

 

Mateo 24:29-31:  E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Y entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; entonces se lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

 

Lucas 21:25-27  Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de naciones en confusión; bramando el mar y las olas; desfalleciendo los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que vendrán sobre la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Y entonces verán al Hijo del Hombre, viniendo en una nube con poder y gran gloria.

 

La atracción magnética de ese objeto podría realmente desacelerar y/o acelerar la órbita del planeta Tierra, incluso hacer que deje de girar por completo. Eso haría que tuviera lugar en el planeta Tierra una momentánea falta de gravedad. Esa atracción magnética también afectaría la atmósfera de la Tierra haciendo más difícil para los habitantes de la Tierra respirar. Otra cosa que es muy probable que suceda sería que meteoros y asteroides golpeasen la Tierra y causasen gran daño como se menciona en la Biblia:

 

Apocalipsis 8:1-13  Y cuando abrió el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo como por media hora. Y vi los siete ángeles que estaban en pie delante de Dios; y les fueron dadas siete trompetas. Y otro ángel vino y se puso en pie delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo ofreciese con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y el humo del incienso subió de la mano del ángel delante de Dios con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo voces, y truenos, y relámpagos, y terremotos. 

 

Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se aprestaron para tocarlas. Y el primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada. Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo con fuego fue lanzada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en el mar, las cuales tenían vida; y la tercera parte de los navíos fue destruida. 

 

Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas fue tornada en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas. Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche. Y miré, y oí un ángel volar por medio del cielo, diciendo en alta voz: ¡Ay, ay, ay de los que moran en la tierra! A causa de los otros sonidos de trompeta de los tres ángeles que están por tocar.

  

 

HERCOLUBUS; NIBIRU; PLANETA X

 

 

P: He leído una gran cantidad de sus publicaciones sobre sueños proféticos y visiones, además de grupos de Preguntas & Respuestas. Mi gran pregunta a estas alturas es esta: Teniendo ahí fuera a Nibiru/Planeta X/Hercólubus posicionado y habiendo todavía tantos con autoridad en el gobierno diciendo que no existe, o simplemente aportando una actitud muda, ¿dónde está ahora Nibiru/Planeta X/Hercólubus, y por qué y cómo puede estar en un patrón de espera? Yo sé que los eventos terrenales se están agrupando a una velocidad vertiginosa, y que ha tomado siglos para que esto ocurra. ¿Podría ser plausible una discusión viable sobre una idea que ha estado atormentando mi mente, a saber, que Dios no está a punto de dejar que el diablo fuerce su mano y lo ponga todo de cabeza?

 

¿Podría Dios tener en mente algo cosa más? He jugado con la idea de que Dios podría estar listo para presionar el botón de reinicio y dejar que la naturaleza siga su curso, como él hizo con Nemrod y Noé. O, ¿es realmente el caso que Dios va a usar Nibiru para reajustar el reloj para el reinado de 1,000 años después de Armagedón? No es que Dios necesite un planeta enorme para hacer algo por él. Sigo preguntándome, ¿por qué pondría Dios a quienes sobrevivan a esta venidera Tercera Guerra Mundial y tribulación de vuelta en un planeta que tiene tanta contaminación nuclear y de otro tipo desconocido?

 

R:  Ha formulado usted unas preguntas muy buenas e interesantes. Están sucediendo muchas cosas de las que los medios de comunicación no están informando al público. Ajenjo/Nibiru /Destructor/Planeta X todavía está ingresando y acercándose muy rápidamente. Ya ha entrado en nuestro sistema solar, y está empezando a ganar velocidad a medida que se acerca al sol. Aunque no soy un experto en dinámica de cuerpos planetarios, sí sé que el efecto que tiene este objeto en nuestro planeta depende de donde se encuentre el planeta Tierra en relación con él en algún momento específico. Cuando esté en alineación con él, los terremotos van a aumentar tanto en frecuencia como en intensidad. Lo mismo pasará con los volcanes. Justo ahora, todavía está viniendo de debajo de la eclíptica, lo que quiere decir que es difícil de ver en el hemisferio norte.  Sin embargo, una vez que cruce la eclíptica, todos los del hemisferio norte lo podrán ver.                                        

 

En cuanto a si Dios va a usar Nibiru para reajustar el reloj para el reinado de 1,000 años, yo creo que es probable que usted esté en lo cierto. Él ha usado este planeta en el pasado para llevar a cabo Sus propósitos divinos en la tierra, y lo hará de nuevo. Si usted lee las Escrituras, notará que los cometas, los meteoros, los asteroides y este objeto han sido usados en el pasado como armas del juicio divino por el Todopoderoso; el Diluvio, Sodoma y Gomorra así como el Éxodo, son los más notorios.  

 

Respecto a su pregunta acerca de los supervivientes de la Tercera Guerra Mundial y la tribulación que son situados nuevamente en un planeta contaminado, yo contestaría de la siguiente manera: una vez que tengan lugar los eventos cataclísmicos en la tierra en el futuro cercano, para cuando hayan terminado, ya no quedará más contaminación en la tierra. Partes de este mundo se hundirán por completo en el fondo del mar, y en otros lugares emergerán nuevas tierras desde el fondo del mar. En algunos lugares, la tierra se abrirá y se tragará grandes porciones de ciudades y áreas. La Tierra misma va a ser purgada con fuego como está escrito en 2 Pedro 3:7:

 

Pero los cielos que son ahora, y la tierra, son reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

 

También en 2 Pedro 3:10-12:  Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿cómo no debéis vosotros de conduciros en santa y piadosa manera de vivir? Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán.

 

Y de nuevo en Apocalipsis 8:7-12:  Y el primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada. Y el segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo con fuego fue lanzada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en el mar, las cuales tenían vida; y la tercera parte de los navíos fue destruida. Y el tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella se dice Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas fue tornada en ajenjo; y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas. Y el cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas; de tal manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche.

 

Armagedón es la guerra que acabará con todas las guerras, de la que habla el libro del Apocalipsis. Sin embargo, no es la Tercera Guerra Mundial la que será una guerra nuclear devastadora que diezmará a la población de la tierra y devastará el planeta. Armagedón es la guerra que librará el pueblo del Nuevo Orden Mundial contra el venidero Rey de Reyes y Señor de Señores para recuperar la posesión de la Tierra y sus habitantes.  

 

En esta guerra, estas entidades malignas usarán toda arma de su arsenal, incluidas las armas que contienen tecnología extraterrestre de los ángeles caídos, para tratar de destruir al Rey de Gloria e impedir que tome posesión legal del planeta Tierra. Ellos han estado trabajando en la construcción de estas armas ya por muchos años en bases secretas subterráneas, junto con los 'aliens' (ángeles caídos, nefilim, híbridos, etc.). Para las armas que tienen a su disposición, la ciencia ficción se queda corta. Esto suena extraño, pero como dice el dicho: "la realidad supera la ficción".   

 

 

LIBERACIÓN Y EXORCISMO

 

 

P:  Si no le importa, quisiera pedirle un consejo de Dios. Dígame, ¿es bíblico que cuando una persona está siendo liberada de los demonios, tenga que toser para que salgan? La iglesia a la que hemos estado asistiendo las últimas semanas, reparte tazas y servilletas y cuando ellos empiezan a tomar la autoridad y ordenan a los demonios que salgan, les dicen a todos que tosan y los demonios saldrán. En mi interior, yo sabía que esto no era correcto. Aun así, he visto a una persona vomitar una o dos veces mientras los guiaban en el proceso de liberación. No puedo encontrar esto en ningún lugar de la Palabra de Dios. Tuve la fuerte sensación de que ya no íbamos a volver.  ¿Podría, por favor, aconsejarme y decirme cuál es su opinión sobre esto?  Shalom y Gracias-

 

 R:  Yo he estado ministrando la salvación por 30 años, y en nuestra experiencia hemos visto a la gente ser liberada a través de diferentes y diversas manifestaciones. La manifestación más común es con arcadas, tos y vómitos. Parece que tiene que ver con el nivel de demonios implicados y el nivel de demonización de la persona afectada. También he visto a personas ser liberadas mientras se manifestaban gritando, bostezando, sudando, etc. No existe un modelo específico.  En el pasado, he estado en algunas iglesias en donde hacen lo que ha mencionado usted. Hay algunos ministros que han usado esta técnica en sus ministerios y han enseñado a las iglesias a hacer lo mismo. El uso del poder y la autoridad en el Nombre de Jesucristo y la sangre del Cordero es lo importante. Esa es la cuestión más importante. En cuanto a las técnicas o métodos usados, estos pueden variar con la persona, el ministerio o la iglesia.

 

Personalmente, no creo en lo de repartir tazas, servilletas, etc., pero eso no quiere decir que los resultados no van a estar ahí. Al menos, ellos están tratando liberar a los cautivos a través de la salvación. La mayoría de las Iglesias Cristianas ‘ni siquiera tienen eso’, algunos han de estar agradecidos de que alguien está tratando de ayudar a las personas que tienen problemas. Las cosas a las que se debe estar atento son: ¿Hay fruto? ¿Fueron las personas salvadas y liberadas? ¿Ha habido un cambio para mejor en sus vidas? ¿Glorifica eso a Jesucristo? ¿Cuál es el testimonio que tienen estas personas después de su liberación? Si hay fruto, entonces, yo probablemente podría 'tolerar' la técnica que ellos usan. Por otra parte, si no hay fruto en las vidas de las personas que recibieron la liberación, dudaría, seriamente, de su autoridad en el SEÑOR para hacer lo que están haciendo.

 

A medida que nos acercamos al fin de los tiempos y la oscuridad empieza a descender sobre este planeta, va a haber una gran necesidad de que el pueblo del Altísimo esté preparado y entrenado en el ministerio de la liberación. Multitudes de personas van a necesitar ser liberadas de fortalezas y esclavitud demoniacas. Como claramente podemos ver, la liberación fue parte importante en el ministerio de Jesucristo Yahushua, así como en las vidas de los apóstoles de la Iglesia primitiva. La Iglesia hoy necesita practicar el ministerio de la liberación mientras predica y enseña el evangelio. No se puede orar o predicar para que los demonios salgan, estos deben ser expulsados con la autoridad del nombre de Jesucristo. Jesucristo enseñó a Sus discípulos cómo hacer eso. Lo que más se necesita es la capacitación y la enseñanza en esta área vital para que se puedan corregir los excesos y errores que existen y abundan hoy. He aquí algunos pasajes bíblicos:  

 

Lucas 7:21:  Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista.

 

Lucas 8:2-3  y algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios, y Juana, esposa de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.

 

Hechos 5:16:  Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.

 

Hechos 8:6-7:  Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía. Porque espíritus inmundos, dando grandes voces, salían de muchos poseídos; y muchos paralíticos y cojos eran sanados.

 

Hechos 19:11-12:  Y hacía Dios milagros incomparables por mano de Pablo; de tal manera que aun los pañuelos o delantales de su cuerpo eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos.

 

 

EL HOLOCAUSTO

 

 

P:  Tengo una pregunta. El Holocausto; ¿fue esto la ira de Dios contra Europa, o contra los judíos? O si no fue ninguna de estas cosas, entonces, ¿qué?

 

R:  Esa es una muy buena pregunta; la respuesta no es tan simple.  Esta área del juicio de Dios es bastante compleja y controvertida. Por un lado, uno tiene al grupo que dice que siempre que ocurren cosas malas se trata del juicio de Dios; y de alguna manera lo es. Luego, se tiene al otro grupo que dice que ya no estamos bajo juicio, sino bajo la gracia, afirmando que Dios derramó Su juicio sobre Jesucristo en la cruz. Básicamente, que Él tomó, en lugar nuestro, toda la ira y juicio de Dios en la cruz y, por tanto, somos inmunes a eso. Ninguno de los dos puntos de vista teológicos revela toda la verdad. Es mucho más complejo que eso. Trataré de explicarlo...

 

Lo único que ambas partes no reconocen es el hecho de que hay un ser muy malvado llamado Satanás que gobierna sobre un reino de oscuridad y que ha estado en guerra constante contra el gobernante legítimo del universo, YHWH. Eso ha estado sucediendo durante millones de años, incluso antes de que el hombre existiera sobre la faz del planeta Tierra. Satanás siempre trata de extender su influencia más allá de los límites manipulando aspectos legales de las normas divinas del Todopoderoso para que estas se adapten a su plan. Continuamente acusa a quienes pertenecen al Señor, buscando modos de socavar los propósitos divinos de YHWH y de cambiar dichas normas para su ventaja mediante la manipulación, el engaño y la mentira.

 

Satanás no puede hacer todo lo que él quiera, pero se le permite solamente trabajar dentro de los confines del conjunto predeterminado de normas puesto en marcha por el Creador. Una de estas normas es que ninguna de las partes puede intervenir en los asuntos humanos excepto a través del libre albedrío de los seres humanos. En otras palabras, si un humano pide ayuda a cualquiera de las dos partes, entonces, esto abre la puerta ya sea para la intervención divina. o para la intervención demoniaca. Ese es el único modo en que se permite la intromisión en los asuntos humanos. Sin embargo, el enemigo no es un caballero y, por lo general, no esperará a obtener una invitación. Algo tan sencillo como una puerta entreabierta servirá como señal para el lado oscuro de que ellos son bienvenidos.    

 

Siempre que se abren puertas al lado oscuro y ellos ingresan en una persona, una familia, una ciudad o una nación, tienen derecho legal a estar allí y traerán con ellos todo tipo de perversiones, contaminación, pecados, iniquidades, maldiciones y, eventualmente, el juicio. Cada vez que esto ocurre, el Todopoderoso no tiene más opción que dar un paso atrás y retirar Su protección y bendiciones, ya que se ha invitado a Su adversario a entrar en lugar de a Él. Siempre que una persona, o una nación es entregada al diablo, nada bueno puede salir de ello. Satanás vino a asesinar, a hurtar y a destruir. Esa es su naturaleza. Siempre que toma el control de una persona, familia, ciudad o nación, eso es exactamente lo que hará con ellos. Primero vendrá el saqueo, y luego vendrá el asesinato y la destrucción. Nunca ha habido un resultado distinto.

 

Cada vez que el pueblo judío ha olvidado a su Creador y lo ha rechazado, y ha empezado a vivir en el pecado, la corrupción, y ha comenzado a adorar a dioses paganos, todas las bendiciones desaparecían y eran reemplazadas por maldiciones y todo tipo de cosas malas. Ellos eran oprimidos, perseguidos y asesinados y, entonces, empezaban a invocar a YHWH una vez más.  El amoroso Padre siempre los perdonaba y les enviaba liberación una y otra vez. Este ciclo sucedió una y otra vez, muchas veces en la Biblia. Igualmente, cada vez que un hombre rechaza la luz y abraza la oscuridad, va a acabar siempre de la misma manera. YHWH es muy paciente y tardo para la cólera, sin embargo, eventualmente, cuando la copa de Su ira se llena del pecado, la corrupción, la contaminación, las abominaciones, los pactos quebrantados, el derramamiento de sangre inocente y la infestación demoniaca, Su ira se desborda. El Todopoderoso nunca se deleita en derramar Sus juicios sobre la humanidad, sino que espera hasta el último momento posible con la esperanza de que las personas se arrepientan.  

 

El momento en que un hombre, una ciudad, o una nación, decide que ya no desea servir al diablo, ni al pecado y se arrepiente, se aparta de hacer lo malo y abraza la única fuente de vida y luz verdadera, Yahushua, su vida empezará a cambiar para mejor. Las maldiciones asociadas con el pecado, la iniquidad y la oscuridad ya no operarán; sino que las bendiciones y la ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús comenzarán a operar, conforme a los pasajes bíblicos:

 

Romanos 8:1-2 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

 

2 Crónicas 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

 

Deuteronomio 28:1-7 Y será que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra; Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Jehová hará que los enemigos que se levantan contra ti sean derrotados delante de ti; por un camino saldrán contra ti y por siete caminos huirán de delante ti.

 

Deuteronomio 28:15-19 Y será, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para cuidar de poner por obra todos sus mandamientos y sus estatutos, que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. Malditas serán tu canasta y tu artesa. Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. Maldito serás en tu entrar y maldito en tu salir.

 

Para concluir, el trágico destino de la nación judía fue el resultado de su rechazo de la única fuente verdadera de Luz y Vida, y su aceptación de un sistema religioso carnal orgulloso que estaba basado en rituales muertos y en la manipulación de la letra de la Ley para que se adecuara a ellos. Eso abrió la puerta a la oscuridad y a la eventual destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 d.C. Al diablo, quien siempre ha odiado al pueblo judío, finalmente se le dio una puerta abierta, una licencia, si se quiere, para saquearlos, asesinarlos y destruirlos. Yahushuah no tuvo otra opción que dejar que rija la decisión de ellos y permitir que tenga lugar. Lo siguiente fue profetizado por Yahushuah:

 

Mateo 23:37-39  ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

 

Pronto, en el futuro cercano, la nación de Israel tendrá una segunda oportunidad cuando estén rodeados por los países de todo el mundo y ellos invocarán a YHWH para que les ayude y les libere. Para sorpresa de ellos, verán a Yahushuah de pie sobre el Monte de los Olivos. Entonces, ellos dirán: "Bendito es el que viene en el nombre de YHWH".