SALVACIÓN

Juan 14:6: “Jesús le dijo, Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

 

A medida que nos acercamos al Final de los Tiempos, se hace realmente imprescindible en la vida el nacer de nuevo del Espíritu de Dios; Saber que has sido salvado del la muerte eterna y el juicio y tener la seguridad de que irás al Cielo porque te has convertido en un miembro de su familia, y de su Reino; ser liberado de la atadura del pecado, y poder experimentar el perdón, la paz y el poder de Dios. Todo ello ha sido otorgado gratuitamente mediante la gracia (sin mérito alguno) a través del sacrificio expiatorio de su Hijo unigénito, Jesucristo- Yahushua Ha-Maschiah en la cruz del Calvario. Este es el evangelio (que literalmente significa la buena nueva) anunciado por los ángeles en el momento de su nacimiento hace unos 2000 años, y proclamado en todo el mundo hasta el día de hoy. El (Jesús) lo hizo porque nos ama y porque no quiere que nos condenemos en el infierno por toda la eternidad.

 

Los sucesos que están a punto de tener lugar en la Tierra estremecerán al mundo entero trayendo consigo mucha confusión, terror y destrucción; y aunque hay cosas que todos podemos hacer para prepararnos, nada podrá protegernos totalmente de lo que está por venir a menos que estemos dentro de su Arca de Salvación. Yahushua dijo que como fue en los días de Noé, así también será en la venida del Hijo del Hombre:

 

Lucas 17:26: “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.”

 

En aquellos días, Dios ordenó a Noé que construyera un arca y le dio un modelo de cómo construirla. El arca era la única manera en que la Humanidad podía ser salvada del terrible y catastrófico diluvio que iba a caer sobre la Tierra, y era lo suficientemente grande para alojar a muchas personas además de especies animales. Noé, un hombre justo de Dios, advirtió a la gente durante muchos años sobre la venida del diluvio y la destrucción, llamándoles al arrepentimiento y a la conversión; animándoles a unirse a él formando parte del arca de salvación. Sin embargo, nadie le prestó atención ya que continuaron viviendo en su vida de pecado, rebelión e idolatría. Yahushua advirtió que así sería al final de los tiempos antes de su venida.

 

Lucas 17:26-27: ”Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.”

 

Hoy, Dios ha preparado un arca de salvación para aquellos que se arrepientan, se aparten de sus pecados y crean el evangelio del Reino. Esa arca de salvación es Yahushua, no existiendo salvación fuera de Él. Son palabras suyas, no nuestras. La salvación no se identifica con una religión, sino con una persona; El Amor no es una palabra, es una persona; El Camino no es una ruta, sino una persona; La Verdad y la Vida no son conceptos, es una persona, y el nombre de esa persona es Yahushua.

 

Juan 14:6:  "Jesús le dijo, Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.”

 

Juan 3:16-21:  "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo, más para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; más el que no cree, ya es condenado, porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

 

Y esta es la condenación, porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz para que no sean censuradas sus obras. Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios.”

 

Yeshua dijo que nadie podría entrar en el Reino de Dios a menos que la persona haya nacido de nuevo del agua y del espíritu.

 

Juan 3:1-7: "Y había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Éste vino a Jesús de noche y le dijo Rabí, sabemos que eres maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo, de cierto, de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios.

 

Nicodemo le dijo, ¿cómo puede el hombre nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús, de cierto, de cierto te digo que el que no naciere de agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije, os es necesario nacer de nuevo.”

 

Jesucristo también dejó un relato en la Biblia de un hombre que fue al Infierno; porque el Infierno es tan real como lo es el Cielo, pero el Infierno no fue creado para el hombre sino para el diablo y sus ángeles. Uno no tiene porque ir allí, ni desear ir allí.

 

Lucas 16:19-31: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.

 

Entonces él, dando voces dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, al contrario, sus males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan, ni de allá pasar aquí.

 

Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: Tienen a Moisés y a los profetas, que les oigan. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.”

 

Quizás pienses que esto es para personas malas, malvadas, pero no para ti; o quizás pienses que eres una buena persona y que no necesitas de la salvación. Yo pensé eso también hace muchos años; sin embargo, el hecho de ser una buena persona no te va a salvar; ir a la Iglesia y formar parte de una confesión religiosa o grupo respetable no va a salvarte; realizar buenas obras(aunque sean buenas) no te salvará tampoco. Todos hemos pecado siendo merecedores del juicio y de la muerte. La buena nueva, sin embargo, es que puedes recibir el don gratuito de la vida a través de Jesucristo nuestro Señor:

 

Romanos 3:23: "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.”

 

Romanos 6:23: "Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

 

La Biblia dice que para nacer de nuevo, uno tiene que arrepentirse primero de todos sus pecados y creer en el evangelio de Jesucristo Yahushua HaMechiach invocando su nombre, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres por el que podamos ser salvados.

 

Hechos de los Apóstoles 4:10-12: "Sépanlo todos ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre que está aquí sano delante de ustedes ha sido sanado por el Nombre de Jesucristo el Nazareno, al que ustedes crucificaron, pero que Dios ha resucitado de entre los muertos. El es la piedra que ustedes los constructores despreciaron, y que se ha convertido en piedra angular. No hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro Nombre por el que debamos ser salvados.”

 

Romanos 10:9-10: “Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.”

 

Romanos 10:13: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”

 

Si no sabes como arrepentirte, te muestro a continuación un modelo sencillo de oración, pero no para que simplemente la repitas, sino para que la emplees como modelo para tu propia conversión personal:

 

“Padre perdona todos mis pecados. Reconozco que soy un pecador, incumpliendo tus leyes y mandamientos. Merecedor de la muerte y el infierno, pero hoy me alejo del pecado y de mi vida pasada pecaminosa. Por favor perdóname y ayúdame a caminar con pureza y rectitud. Creo que Jesucristo murió por mí en la cruz del Calvario, que fue enterrado y resucitado de entre los muertos al tercer día y subió a los Cielos.

 

Creo que vendrá de nuevo a juzgar a los vivos y a los muertos. Te entrego mi vida y te proclamo mi Señor y Salvador. Te doy permiso para que gobiernes y reines en mi corazón desde hoy en adelante. Ven a mi vida y lléname con tu Espíritu en el nombre de Jesús.”

 

Si te has arrepentido de tus pecados y has recibido a Jesucristo en tu corazón, tendrás la impresión de sentirte diferente y limpio. Eso se debe a que la sangre de Yahushua - Jesucristo te ha lavado de tus pecados y te ha liberado de la carga del pecado. Sin embargo, y aunque has hecho algo maravilloso, debes, no obstante, ser bautizado en agua y llenado del Espíritu Santo:

 

Hechos de los Apóstoles 2:37-39: “Al oír esto se afligieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? Pedro les contestó: arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo. Porque el don de Dios es para ustedes y para sus hijos, y también para todos aquéllos a los que el Señor, nuestro Dios, quiera llamar, aun cuando se hayan alejado.”

 

Queremos darte la bienvenida a la familia de Dios y ayudarte a dar los pasos siguientes para llegar a ser un discípulo de Jesucristo. Que el Señor te bendiga y te guarde en los próximos días.

 

El Gran y Terrible día del Señor está más cercano ahora. Será "Grandioso” para los que conocen al Mesías como su Salvador personal, pero a la vez será “Terrible” para los que no le conocen. Debemos todos prepararnos para encontrarnos con Él, porque una oscuridad espantosa y horrible está descendiendo por todo el mundo ahora mismo. Debes prepararte para la venida del Señor.

 

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Ver el Video de Angelica Zambrano: Revelacion del Cielo y el Infierno